No te detengas en la cima de mi vientre
que yo no lo haré pues mis ganas no ceden
al obstáculo del miedo causado
por alcanzar lo que tanto he deseado.
Dale rienda suelta a tus placeres
que los míos seguirán tus pasos,
que llegado el punto en el que estamos
nuestros cuerpos culminarán en un orgasmo.
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